21/10/2021

Columnas

La derecha en la Convención: una nueva estrategia

El Mercurio, 15 de octubre 2021
Autores
  • M

    Macarena Granese

    Investigadora asistente, CEP

La derecha en la Convención: una nueva estrategia

Esta estrategia podría otorgar cierto nivel de éxito, permitiendo que en el futuro la derecha use estos principios como herramientas para perseguir leyes y políticas públicas acordes a sus ideales.

Esta semana tuvo lugar el último de una seguidilla de fracasos de Vamos por Chile en la Convención Constitucional. Dicho fracaso consistió en que ni siquiera pudieron reclutar dos convencionales ajenos a su coalición a fin de poder reclamar ante la Corte Suprema por la implementación de plebiscitos dirimentes en el reglamento de la Convención. ¿Qué nos dice esto del rol que está jugando dicho sector político dentro de la Convención? ¿Cuál es su estrategia? Si lo que pretenden es tener un papel meramente testimonial, pareciera ser que lo están logrando. A tres meses de iniciado el proceso constitucional, no han sido capaces de generar alianzas de ningún tipo y la mayoría (por no decir casi todas) de las indicaciones o propuestas que han hecho han sido rechazadas.

¿Qué les queda entonces? ¿Resignarse a jugar un rol pasivo? O, por el contrario, ¿atrincherarse, levantar cada punto y confiar en que la propuesta de nueva Constitución sea rechazada en el plebiscito de salida? (opción que parece poco probable). Ambos caminos relegarían a la coalición a una profunda irrelevancia política e impedirían a sus miembros cumplir la labor para la cual se los eligió.

La dura realidad es que al no haber conseguido el tercio en la Convención Constitucional ni haber forjado alianzas con otras fuerzas dentro de ella, su situación actual es la de una minoría política sin peso; y, teniendo esto en mente, debiesen ajustar sus expectativas y construir una estrategia que no los relegue a la completa irrelevancia. Para ello debiesen estudiar a Tarunabh Khaitan, académico experto en Derecho Constitucional Comparado, quien desarrolló el concepto de “principios directivos” como un instrumento eficaz para que minorías ideológicas en una negociación constitucional puedan influir en la misma. Si bien el autor concentró sus estudios en la negociación de la Constitución de India, donde la minoría ideológica estaba formada por quienes pretendían profundas transformaciones, sus postulados podrían abrir un camino para que los constitucionales de Vamos por Chile dejen de ser meros espectadores que claman al cielo por las barbaries de los demás y logren objetivos concretos.

Así, Vamos por Chile puede aspirar a reflejar su agenda política en la forma de principios directivos. Los principios directivos son expresiones constitucionales dirigidas a los órganos del Estado (Ejecutivo y Legislativo) cuyo fin es asegurar, en el futuro, objetivos puntuales. Los textos constitucionales las describen típicamente como “no ejecutable por ninguna Corte” sin perjuicio de que son, “fundamentales para la gobernanza del país”. Las Cortes han usado estos principios como herramientas para interpretar leyes, como fuente para el reconocimiento de derechos fundamentales no especificados en la Constitución y como argumento para objetar leyes o políticas públicas como contrarias al espíritu de la Constitución. La clave de los principios directivos es que son genéricos y necesitan de políticas públicas o leyes para concretarse.

Esta estrategia podría otorgar cierto nivel de éxito, permitiendo que en el futuro la derecha use estos principios como herramientas para perseguir leyes y políticas públicas acordes a sus ideales. Así, conceptos como la libertad de enseñanza, la libertad para emprender, entre otros, podrían preservarse.

En un mundo ideal (o en otro escenario político) estos principios estarían asegurados como derechos propiamente tales, pero considerando el desempeño de Vamos por Chile y el avance que han tenido en cuanto a generar alianzas, relegarlos a principios directivos pareciera ser una opción más viable. Esperemos que en los meses que quedan por delante esta coalición afine su labor, ajuste sus expectativas de éxito y logre defender los principios de aquellos que los votaron, pero de una forma inteligente y útil para las futuras generaciones; de su labor depende que la nueva Constitución sea efectivamente la “casa de todos”.

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    Macarena Granese

    Investigadora asistente, CEP